1,270 - 1,700 km
Puerto San Julián
Seguimos igual con la rutina, desayuno con frutas, granola y yogurt y después armamos la moto. Pero nos costaba pensar y realizar las tareas efectivamente. Esperándole a Caro afuera del supermercado, casi me muriera de calor, pero la moto necesitaba alguien para que no se cayera. Además elegimos las palabras bien entre nosotros para no enojar el otro.
- Lo que quería más sobre todo era subir a la moto y andar por la ruta, con solo el viento y el silencio, dejar todo complicado atrás.
Andar por la ruta te da una tranquilidad. Solo escuchás el viento, ves el paisaje, las nubes, y sentís el trabajo del motor de la moto.
Nos acompañaban los grandes aves del cielo en la ruta.
Impresionante verlos volar encima de la tierra mientras manejábamos hacía el horizonte!
A las estaciones de servicio nos paramos para comer algo y tomar un café grande! El café nos ayudaba increíblemente llegar al fin del día. Nos cargaba las pilas y las ganas de todavía alcanzar al horizonte!
Selfies de la ruta! (...y la foto del Guanaco "Kurt", que nos saludaba de su cerro cuando pasamos!)
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Nos esperaba una gran bajada! Ahora no nos quedaba mucho para llegar a Caleta Olivia, un posible lugar para pasar la noche!
"Y mira! Un árbol!" - "... y un océano!"
La ruta nos llevaba por la costa con el sol poniéndose al oeste, pintando el horizonte con unos colores al este. La luna brillaba completa y imponente. De verdad, era algo mágico, y no, nos lamentábamos para nada haber continuado .
Los dos en mal humor, nos pusimos a arreglar las cosas, y después de un poco de yoga, nos pusimos a hablar. Vivir así juntos todo los días, se suma energía negativa. Pero una charla larga nos ayudó ....
El día siguiente nos pusimos en marcha hacía Puerto Madryn y un poco de descanso bien merecido!
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