3er día - A la vuelta a Argentina y la costa oeste

31 Jan 2005

650 - 910 km
Punta Arenas - Chile

Aunque nos gustara mucho a Chile, tenímos que volver a la Ruta3 en Argentina. Por eso, nos pusimos el rumbo hacía Rio Gallegos donde ya nos esperaba el hermano de Caro, Miguel. En el mapa la ruta se veía bastante sensillo y lo único que me preocupaba era la frontera que muy pocas veces te deja pasar sin interferencia. Pero, resultó que había más en el camino para preocuparnos!

Ya cuando estabámos navegando las calles en Punta Arenas hacía la salida, nos dimos cuenta que había un viento fuertísimo esperándonos afuera. Y si, habíamos predicho lo correcto. Justo cuando que saliéramos de la ciudad nos golpeó un rafagazo del costado. También, cada cuanto que pasaba un camión, nos golpeó fuertísimo por adelante.

Bancábamos el desafío Patagónico y continuábamos en el camino. Igual, quería chequear como estaba armado el equipaje, y así nos encontramos con unos italianos en bicicleta. ...no era nada fácil lo que hacían ellos en la bicicleta, y dudaban seguir por el peligro del viento y los ráfagos de los camiones. La verdad, aunque que perezca muy peligroso, se acostumbra, aprende, y encuentra confianza en su mismo para seguir adelante.


Justo cuando quisiera contarle a Caro como fuera andar con el viento de atrás, la ruta giraba hacía el este y el viento del oeste desapareció, la moto aceleró y nosotros nos podíamos acomodar en el asiento si no hubiera ningún viento. De repente, todo era diferente. Justo como le quise contar a Caro aquella vez en la Patagónia con el viento de atrás! Fue una experiencia maravilla! 

No dejes la moto sola, se va a caer!!

A la frontera nos encontramos con un quilombo de autos en todos lados y demasiada gente atascada adentro de la oficina. "Ohh noo!!!" ...pero, nos decía un señor que tuviéramos que seguir hasta el lado Argentino para realizar los papeles nuestros y de la moto para seguir hacía Rio Gallegos.

En el lado Argentino, otra vez nos esperaba un espacio de amplia dimensión con poca vegetación, y la ruta que seguía hasta el horizonte. 

En Rio Gallegos, nos recibió Miguel en la casa de Doña Chona, amiga de la familia de él - una señora de 90 años, muy atenta y alegre. Más tarde esa noche, salimos con Miguel a cenar, y conocer un poco la ciudad. Sobre todo, fuimos a tomar "el mejor helado del mundo". De verdad, después de probarlo, no lo puedo negar.

Rio Gallegos, no se lo olviden!! Whoo!

Como el Padre de la ciudad (Miguel es un cura Católico),  también nos invitó por un whiskey !

El dia siguiente nos esperara la aventura a través de la gran Patagonia por la Ruta 3!!